Recreo Encantador...

Después de casi siete casas, dos cerros, un robo, Valparaiso no era mas que un recuerdo... mas agras que dulce para nosotros.
En mi obsesionada busqueda por el lugar perfecto, la casa ideal, y todo eso que se vuelve imposible.
Llegamos a Recreo, ansiosos un dia Sabado por la mañana ,deseando que nadie en el mundo pudiera quitarnos la unica oportunidad que veiamos casi concreta de haber encontrado el lugar adecuado.
Vimos al llegar una pequeña casita, estilo negocio, con un toldo que por el tiempo se habia borrado pero que aun mostraba huellas de haber sido de Coca -cola muy vintage.
El lugar era perfecto, muy limpio, muy verde, con todo MUY , perfecto.
No habiamos visto aun  la casa por dentro pero ya deciamos que si!... asi que cuando la vimos no nos importó que fuera un pasillo con baño y cocina.
en mi imaginación , saltaban todas las neuronas ansiosas de empezar a transformar el lugar que sería nuestro nuevo hogar, y mi taller.
Comencé con el trabajo al dia siguiente, pintando todo lo que encontraba anaranjado por un lindo blanco, recordando obviamente todos los tips que por años he visto en people and arts, shabby chick.. y todo los demas programas que acostumbro a ver.
El trainning de decoracion  y remodelacion compulsiva me tenia agotadisima y necesitaba energias para continuar. Salí a recorrer nuestro nuevo barrio  buscando comida y entré a un pequeño lugar, llamado "Masita Rica".
A primera vista me impactó su decoración , muchos libros, pinturas, miles de detalles. Luego me impresionó la hospitalidad de los comensales que en ese momento se encontraban ahi.
Julio, el dueño," los extremos", sus amigos,  me saludaron inmediatamente. Me sentía cómoda asi que me quedé.
Me senté en la barra y escuché atentamente como brotaban temas de conversación de todos lados, risas, experiencias de vida, saludos, cariños. Luego llegó mi empanada y el café turco. Y fue increible!
La mejor empanada que he probado hasta ahora.
Desde ese dia, me volví una adicta , a ese lugar, no solo por sus exquicitas empanadas , ni por el cafe, ni tampoco por sus increibles detalles, era esa sensación de entregar a otro una parte de ti sin conocerlo, compartir con gente muy interesante, un espacio en el tiempo.
Este espacio , no sería tan especial para nosotros, si no existiera , este recreo encantador.

A Julio le regalé esto...  una mini "masita rica" en agradecimiento a su hospitalidad.

Masita rica  en Facebook.;
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